Chasseurs de Saveurs
DIA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA
Me parece que todos miramos a la Naturaleza demasiado y vivimos con ella demasiado poco. "De profundis" (1905), Oscar Wilde

La revolución verde, echada a andar en la década de los cincuentas, tuvo como finalidad generar altas tasas de productividad agrícola sobre la base de una producción extensiva de gran escala y el uso de alta tecnología (uso desmedido de agroquímicos). En los años noventas, se anunció una nueva revolución verde: la revolución genética que uniría a la biotecnología con la ingeniería genética, promo viendo de esta manera transformaciones significativas en la productividad de la agricultura mundial (Ceccon, 2008). Actualmente se habla del inicio de una tercera revolución verde con la manipulación genetica para el control de enfermedades y plagas, cultivos in vitro, plantas inmunes a los virus, resistentes a hongos, patógenos, baterías, técnicas de quimioterapia o electroterapia, nuevos compuestos para medicinas, fármacos, colorantes, fragancias, cosméticos, biocombustibles, etc.
De la revolución verde hemos heredado diferentes conflictos y actualmente podemos ver las consecuencias de este modelo: cambio drástico de uso de suelo para monocultivos, erosión de suelos y degradación por el alto uso de agroquimicos, contaminación de agua, disminución de la biodiversidad se semillas y de fauna, acarreando al mismo tiempo diferentes problemas socioculturales en las zonas rurales. El mundo actual nos platea una oportunidad para repensar nuestra manera de relacionarnos y habitar la madre tierra.
El modelo de B O S Q U E S C O M E S T I B L E S que impulsamos actualmente es el resultado de diferentes conceptos. En permacultura un bosque comestibles es un ecosistema formado exclusivamente por plantas, arbustos, árboles con frutas o semillas, setas, todos ellos comestibles. Se diferencia de un bosque espontáneo, natural, en que concentra, en una superficie pequeña y habitualmente cerca de un asentamiento humano, una producción intensiva de alimentos. En los años 80´s en Brasil Ernst Göstch ha desarrollado la llamado “sintropía” o “agricultura sintrópica”, que es la creación de ecosistemas agrícolas inspirados en los bosques, con el objetivo de producir alimentos y recuperar la naturaleza. En México, los campesinos y los pueblos indígenas han conservado plantaciones agroforestales de café bajo sombra con varios estratos y especies (policultivos), donde se encuentran presentes una gran variedad de especies útiles.
Inspirados en estos conceptos el modelo de bosques comestibles está basado en tres pilares esenciales para asegurar un equilibrio entre la relación de la humanidad con su ecosistema: la producción vegetal destinada al autoconsumo, la producción vegetal destinada a la comercialización y generación de ingresos, un tercer pilar que es la producción y conservación de especies de árboles nativos e introducidos. Con este modelo de agricultura buscamos cuidar nuestro entorno y aprender a vivir con la madre tierra, quien nos provee el sustento. No olvidemos que nuestro paso por este mundo es momentaneo y es nuestra responsabilidad cuidarlo.